jueves, 22 de noviembre de 2007

Las tortugas y el hambre

Cabo Verde es el tercer o el cuarto lugar del mundo donde más tortugas marinas anidan. A sus playas vienen ejemplares de cuatro o cinco especies distintas, todas ellas en peligro de extinción.

Pero el número de tortugas que vienen ha ido disminuyendo con el tiempo. Y es que, en años de sequía o en épocas en las que la pesca no es abundante, el único medio que encuentran para subsistir muchos caboverdianos de pueblos de la costa es vender la arena de las playas, y cuando las playas de arena escasean las tortugas no encuentran dónde poner sus huevos.

A veces, cuando el hambre aprieta lo suficiente y hay una familia que alimentar, si una tortuga se pasea por allí en el momento menos oportuno puede llegar a convertirse en el salvavidas alimenticio para esa familia.

Y yo, que nunca he pasado hambre con mayúsculas, no me atrevo a juzgarlo.

Por eso de vez en cuando te puedes encontrar en una pensión cutre de la costa un caparazón vacío que te ponga los pelos de punta...

martes, 13 de noviembre de 2007

Día a día

Bueno, ha pasado ya un mes y unos días, parece q la situación se normaliza y/o uno se acostumbra a la vida aquí.

Ya no sorprenden los cortes de luz, no hay demasiados, pero los fines de semana solemos estar unas 10 horas sin luz, suficiente para que el congelador se descongele obligandonos, uno a fregar el suelo, y dos a tenerlo sólo lleno con hielos, pues cualquier intento de mantener comida (des)congelada supondría una irremediable cagalera. Aun así la verdad es que no nos podemos quejar, ahora ya tenemos nevera grande, después de mucho insistir (dar por culo) hace una semana el casero se dignó a traernos la prometida nevera de tamaño normal y sustituirla por la nevera de hotel con la que sobrevivíamos (aunque, sí, la cerveza tenía un sitio privilegiado en uno de los cajones para la fruta).

Otra consecuencia inmediata de los cortes de luz es la imposibilidad de ducharse, pues la bomba que bombea el agua a todos los pisos del edificio tampoco tiene luz, es lo malo de vivir en un primero... Pero bueno, ya digo que todo esto ya forma parte de la rutina, incluso el ducharnos todos los días con agua fría, pues el casero (el "Puto Curreia" para los amigos) ha decidido que el agua caliente es un lujo del que no somos dignos. :D

Por otro lado lo de los Hiaces (yasis) o alugueres (las furgonetas para ir de una ciudad a otra) ya lo tenemos bastante interiorizado. Ya no nos extraña ver como en una furgoneta de 15 plazas pueden ir hasta 19 o 20 personas más barreños con pescado o verduras, mochilas, sacos de arroz y todo lo que sea potencialmente transportable (cuando digo "todo" no puedo dejar de referirme a Maite, que el otro día fue con una cabra en el asiento de detrás que se dedicó a intentar comerle el pelo durante todo el camino). Además nos parecería extraño que, aun llena hasta arriba, no hubiese un chaval con medio cuerpo sacado por la ventanilla gritando "somada, somada, somada!" (Assomada, Assomada, Assomada) con la esperanza de que suba otra persona más para llenar ese hueco que, aunque tú no puedes ni imaginar dónde, existe y lo acabas comprobando.

Pero vamos, pese a todo seguimos siendo unos privilegiados branquinhos que viven en una casa con agua corriente... incluso tendremos internet "esta semana" ("esta semana" en Cabo Verde significa que si das mucho por culo igual va el técnico la semana que viene, si no puedes esperar tranquilamente un mes). Cabo Verde no es un país con grandísimos contrastes pero sí que es verdad que vivimos en una burbuja. Poco a poco salimos, de vez en cuando, sobre todo los fines de semana que nos vamos a visitar la isla. Pero bueno, eso lo contaré otro día...

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