domingo, 7 de septiembre de 2008

Entristecerse no sirve de nada

Leo en IPSnoticias que un experto en los Objetivos del Milenio comenta irónicamente: Los plazos fueron determinados para los pobres, no para los ricos.

Y es que es un secreto a voces que los problemas de la pobreza están aquí, en los países ricos:
- En sus políticas económicas.
- En su sociedad de consumo (exacerbado e irracional).
- En su máxima de comprar->tirar (pasando en el mejor de los casos por gastar).
- En la divinización del tener.
- Y así un largo etcétera de conceptos que definen nuestra sociedad actual y que resultan totalmente incompatibles con la idea de un mundo más justo.

Podemos seguir lamentándonos, mirando hacia otro lado, hacia fuera, hacia arriba... Podemos hacer eso y regalar lo que nos sobre a los que no han tenido tanta suerte como yo...

O también podemos responsabilizarnos, ser conscientes de las consecuencias de nuestros actos:
- Dejar de comprar eso que no necesitamos.
- Dejar de gastar eso que podemos evitar gastar.
- No mirar sólo el precio de los productos sino también de dónde vienen y quién sale beneficiado con su compra.
- Ser conscientes de los lujos que tenemos como algo cotidiano.
- Exigir políticas a l@s gobernantes, pero no sólo de palabra sino con nuestros actos.

Seguramente así, tomando conciencia de nuestra participación cotidiana en el mundo, estaremos contribuyendo mucho más a los Objetivos del Milenio que donando 50€ en Navidad...

Quizá incluso seamos más felices...

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